miércoles, 23 de marzo de 2022

Sí, sí eres el guarda de tu hermano


Tengo muchos días pensando acerca de los escándalos que rodean nuestras iglesias cristianas. Más allá de analizar cada caso, el Espíritu Santo me ha movido a verme a mí y la forma como reacciono ante ello. Despúes de todo, cuando uno ya tiene más de treinta años en esto que llaman evangelicalismo, la tendendcia es insensibilizarse, más cuando se sostiene una batalla constante contra el fariseísmo (no me da pena reconocerlo así).

Debo decir que me enluta ver a mis hermanos caer. El divorcio de Guillermo Maldonado, las acusaciones hacia Ravi Zacharias, y otros escándalos locales, sin mencionar cosas que aún no han causado ruido, me causan pesar. Mientras escribo se empieza a hacer viral la noticia de la renuncia de Brian Houston al pastorado de Hillsong. Sí, al parecer algunos líderes están feos para la foto. Pero lo que más me entristece es nuesta actitud hacia el que cae.

¿Por qué actuamos como turba enardecida hacia nuestro propio hermano? ¿Por qué nos hacemos partícipes de discusiones y conversaciones que solo malponen el Nombre del Señor y Su Evangelio? ¿Cómo somos tan ligeros en decir/escribir cualquier cosa sin conocer a profundidad los hechos? No dejan de venirme a la mente las palabras con las que el Señor Jesús siempre confrontaba a los sabios: "¿Acaso no habéis leído...?". 

Ciertamente hay conductas objetables, y no podemos negar que en ocasiones ha existido una especie de alcahuatería en la que se busca proteger el buen nombre de alguien en eminencia, solo porque lo está. Lo sé, y yo misma llegué a ser víctima de esas protecciones. Pero te voy a decir algo, a riesgo de sonar hereje: No es cierto que la gracia te salvará de dar cuenta de tus acciones. Pablo muy claramente nos enseña que TODOS compareceremos ante el tribunal de Cristo.

Cuando Noé en su ebriedad se quedó desnudo, Cam usó la vulnerabilidad de su padre para divertirse, mientras sus dos hermanos igual le honraron. Nosotros podemos hacer lo mismo: "Ah, ya decía yo que tal pastor se veía tal cosa". Cuidado. Y léeme bien. No estoy hablando de tocar el manto del ungido, no estoy hablando de callar simplemente porque es un líder. Esto aplica a todos: somos el guarda de nuestro hermano.

Los escándalos seguirán ocurriendo, y me atrevería a decir que lamentablemente se escucharán con más frecuencia. Cuando te enfrentes a la noticia, recuerda que tú también la has embarrado, aunque quizá no se haya hecho tan notorio. Recuerda también que la sangre que te lavó de tu pecado está disponible para lavar a tu hermano. Y no se te olvide, que nosotros estamos llamados a restaurar, no a destruir.

Un corazón que alberga una fe genuina siempre actuará con misericordia, porque la misericordia triunfa sobre el juicio. 

martes, 6 de julio de 2021

Sobre mi Salida de MCI

 




Un día como hoy hace cuatro años hablé con mis pastores directos y les hice saber mi deseo de dejar la congregación. No fue nada fácil, porque te digo que estuve en esta iglesia desde enero de 1990. Sí. Así como lo lees. Acababa de cumplir 7 años cuando mi mamá empezó a llevarme. Para el momento de irme ya estaba en una sede hija en la ciudad de La Victoria. La razón “superficial” es personal y no pienso hablar de ella porque por serlo, no tengo objetividad al expresarla. Pero la razón medular, la que me desarraigó del lugar que me vio crecer,  era que necesitaba ser fiel a lo que mis mismos pastores me habían enseñado. Leéme bien: la fidelidad a lo que ellos me habían enseñado tenía más peso y valor que ellos mismos. No basta tener ortodoxia, necesitamos tener ortopraxis. La verdad no solo se puede conocer, debemos vivirla.

Me alegra profundamente su reciente decisión de redireccionar el rumbo de la iglesia que encabezan a la senda de una doctrina más sólida, arraigada en la Escritura y que intencionalmente evita los sesgos denominacionales. Fueron precisamente sus enseñanzas los argumentos que le dieron peso a mi decisión de irme. Y te quiero compartir algunas, porque hoy día siguen teniendo la misma vigencia:

  1. No puedes decirle “amén” a todo lo que se dice desde el púlpito (aplica para los virtuales también). Puede ser profeta, apóstol, pastor, maestro, arcángel o querubín. Todo lo que escuches debes filtrarlo por el tamíz de la Palabra de Dios. Tener una “posición” no es garantía de comprensión escritural y rigurosidad exegética, más en tiempos en donde cualquiera dice lo que quiere. Necesitamos tener discernimiento.
  2. La Biblia no se interpreta desde la alegoría. Una de las lecciones más importantes de hermenéutica que aprendí a mis 13 años, cuando le conté fascinada a mi pastor sobre “El Progreso del Peregrino”. Esta alegoría de John Bunyan es solo eso, una alegoría. No debe ser tomada como autoritativa, como tampoco ninguna otra. Solo las alegorías bíblicas se pueden tomar como exégesis (caso Gálatas 4, por ejemplo). Lo demás es una puerta grande al invento, que siempre disfrazan de “revelación”. Por cierto, en unas semanas hablaremos al respecto en nuestro blog.
  3. Una cosa es un dogma y otra una doctrina. Lo que hacemos por tema logística, costumbre, tradición no tiene el mismo peso o validez que la Palabra misma. Esa era la discusión de Jesús con los fariseos, y quizá quien mejor lo explica es Marcos en el capítulo 7. Sin mencionar que hay cosas que menciona la Biblia que son directrices específicas para un tiempo y personas en particular. Las estrategias (grupos, redes, células, pandillas), las formas de adorar (con o sin danza, luces apagadas, oh-oh-oh- tipo Coldplay), saludar con o sin la mano, la hora de la reunión,  y más, son cosas que nos funcionan para la parte operativa, pero no pueden ser camisas de fuerza.
  4. De todos puedes aprender. El “experto” tiene para enseñar, el indocto también. Ojo, no digo que recibamos todo de todos (véase el primer punto), pero el hermano que no es de tu denominación u organización no está “menos lavado” por la Sangre redentora. Tampoco tiene un Espíritu Santo Tapa Amarilla . Por eso no debemos menospreciar a ningún hermano en la fe, y debemos aprender a edificar y a dejarnos edificar por otros. Aún cuando no comparte todos mis puntos de vista.
  5. No hay nada paralelo a la Escritura. Porque la Biblia es la Palabra de Dios y punto. No hay nada que se le iguale. La revelación más mollejúa que te puedes imaginar no supera a Cristo, el Verbo hecho carne, la revelación definitiva. Todo lo que venga a venderse como “nuevo” es un fake, y debemos estar súper moscas. Cualquier sobre-edificación tiene que tener un solo fundamento: Jesucristo. Y es eso, una sobre-edificación, no es fundamental. Vale destacar que la Escritura es toda ella. No son las cartas paulinas, o los Salmos. Es la Biblia, toda todita.
  6. Cada quién dará cuenta de sí. Razón por la cual el temor de Jehová tiene que regir nuestras acciones. Porque la obra de cada uno será pasada por el fuego y el día la revelará (1 Cor. 3), hay muchas razones para hacerse responsable del proceso de crecimiento individual. Porque estaremos ante Aquel a quien no podremos engañar, ni manipular, necesitamos una mayor consciencia de que lo que hacemos tendrá un fruto y será recompensado (o no).  
  7. No estamos llamados todos a hacer lo mismo. Por esa razón no todos pueden ser líderes, o pastores, o de protocolo, o de adoración. Todos tenemos roles y llamados específicos que debemos descubir, cultivar y desarrollar. Buscar que todos hagan lo mismo de la misma forma interrumpe el crecimiento sano del creyente, impone cargas que no son beneficiosas y crea un ambiente de competitividad. Por algo el apóstol Pablo dice: “cada quien…conforme a lo que ha recibido”. Todos recibimos del mismo Espíritu, pero todos operamos en distintas formas.

Estas son algunas de las razones que afirmaron mi deseo de irme de MCI Turmero,(y posteriormente de MCI La Victoria, que aunque se manejó siempre con una política diferente, está vinculada a su iglesia matriz). Vi sistemáticamente cómo estas enseñanzas se contradijeron en la práctica, porque era más importante ser muchos que ser mejores, y porque la apariencia empezó a importar más que la esencia. Y aclaro, yo fui parte de esa cultura, la toleré y la promoví. A eso debo sumarle mi fariseísmo innato, del cual Dios me ha estado rehabilitando. Si quien me lee fue mi víctima, te pido perdón. El Señor me redarguyó de pecado y he caminado en una dirección diferente desde entonces.

Y para cerrar esto, quiero dejar algunas ideas sueltas para aclarar:

-Me fui en paz. Los pastores Noguera me enviaron con tranquilidad y a la fecha seguimos siendo excelentes amigos.

-MCI era otra iglesia antes de serlo. Es el producto del trabajo arduo de los Pastores Darío y Ma Fe de Isea, y de la gente que le acompañó desde que llegaron en diciembre de 1994. (En caso que alguien crea que la iglesia se inició desde que se afilió al G12)

-Estoy más que feliz por la decisión de los pastores de desafiliarse del G12. Oré por ello durante 9 años.

-Si usted no sabe qué es el Evangelio fuera de la “visión”, le animo a orar, buscar del Señor y estudiar su Biblia. El Evangelio no es la visión, ni ningún otro enfoque denominacional. Los apellidos que le ponemos al Evangelio son generalmente producto de nuestra invención que matizamos con un versículo de aquí y otro de por allá.

-Estamos en tiempos de alistamiento. Necesitamos enfocarnos en lo importante: ser y hacer discípulos. De la forma como sea, administrando la gracia que el Señor le haya dado, no se quede ocioso y sirva al Señor como pueda y con lo que tenga.

-Quien me conoce sabe que tengo pasión y celo por la Palabra. Hay tres culpables de eso: mi señora madre y los pastores Isea. No me da pena así decirlo.

Mis mejores deseos para Vida Church. Que Dios les de sabiduría en este proceso de reingeniería. Seguimos en el reino, todos sirviendo al mismo Rey, porque todos iremos al mismo cielo. 

Bendiciones.

domingo, 10 de mayo de 2020

Personajes Fugaces






¿Llegaron a ver Shakespeare Apasionado? Si no la han visto, no pierdan su tiempo. La traigo a colación porque una de las cosas más curiosas de la película es que hizo que Judi Dench ganara un Oscar como mejor actriz de reparto. Su aparición en todo el film suma solo 6 minutos de los agónicos 137 de toda la película. En total apareció en 4 escenas, pero la aparición de su personaje, la reina Isabel I, fue determinante en el desenlace de la historia ficticia de la película. Su intervención fue breve, pero muy influyente.


Pensando en eso, todos estos días he tenido en mente algunas mujeres brevemente mencionadas en las Escrituras que marcaron la historia del pueblo de Dios en diferentes momentos de la historia, y lo hicieron al ser madres.


#1- No está ebria, está desconsolada.

El relato de Samuel empieza contándonos la historia de su familia. Un hombre, dos esposas, una tiene muchos hijos y se jacta de ello, la otra es estéril y los anhela. La estéril es Ana. Para ella su esposo Elcana no es mejor que diez hijos, ella quiere tener hijos porque en el pueblo de Israel tener hijos es ser partícipe no solo de Sus bendiciones, sino también de Sus planes. Así que un día ella decidió hacer las cosas diferentes, y dejó su estoicismo, oró, lloró e hizo una petición específica. No solo eso, su oración estuvo acompañada de un voto, la promesa de consagración de ese hijo.



Una de las cosas que más admiro de Ana es haber dejado a Samuel en Silo. Lo que nos cuenta el cronista de los hijos de Elí nos hace pensar que era el mejor lugar para que un niño creciera. Samuel no solo creció allí, sino que su gestión ministerial fue un parteaguas en la historia de Israel. El último juez, el gran profeta cuya palabra era tenida en estima, era el hijo de Ana. Samuel ungió a Saúl y luego a David. Sin Ana no hay Samuel.  Ana en su canto de agradecimiento proclama una serie de atributos divinos que deja en evidencia que esta mujer conocía a su Dios. Y es la última mención de ella en toda la Biblia.


#2- Después de vieja se puso con esas cosas.

Después de cientos años de espera, ha llegado el momento en el que la el Salvador vendrá al mundo. Pero siempre antes de lo mejor del concierto, vienen los teloneros. El telonero de Jesús fue Juan el Bautista. Ya Isaías había profetizado su venida, y luego Malaquías. Sin embargo, Dios siempre desafía las probabilidades, así que nadie pensaría que ese mensajero  vendría del vientre de Elisabet, una mujer ya muy anciana para tener hijos. Ella es de la línea de Aarón, y su esposo es Zacarías, un sacerdote. Lucas nos cuenta que vivían irreprensiblemente, pero aunque ella no pidió el hijo, ya Dios había planificado que ella fuera la mamá del que allanó el camino del Salvador.



No sé si te has fijado que Juan el Bautista no tenía un mensaje muy popular entre los religiosos de su época. Sin embargo, tenía discípulos, muchos de los cuales siguieron a Jesús después. El precursor del Mesías fue comparado con Elías, y el mismo Jesús  le destacó como gran profeta y su testigo. El bautismo de Juan tipificaba un bautismo que vendría después, el del Espíritu Santo. ¿De dónde salió ese niño? Pues, del vientre de su mamá, Elisabet. ¿Cuántos capítulos dedicó Lucas para describírnosla? Unos pocos versos. Juan es el mejor ejemplo de la claridad del propósito de vida, pero olvidamos observar que su mamá estableció el ejemplo al principio cuando reconoció la gracia en su prima, quien era la que traería al Verbo hecho carne.


#3- Dos son mejor que una.

Detrás del joven Timoteo, no solo estaba su padre espiritual Pablo, estaban su mamá y su abuela. La influencia de ellas era tan evidente que el apóstol las menciona en su última carta. Listra, de donde era oriunda la familia de Timoteo, no era un lugar en donde hubiese sinagoga, y el hecho que Timoteo no fuese circuncidado al octavo día como lo establecía la ley mosaica, nos indica también que a Eunice no se le hizo fácil criar a su hijo en los valores judíos teniendo un esposo griego. Pero ella, al parecer, tuvo ayuda de Loida, su madre. Dos mujeres ejerciendo influencia espiritual sobre su muchachito.



Timoteo no sería cualquier colaborador de Pablo. Es mencionado en muchas de sus cartas y para el momento en el que el apóstol es martirizado es el pastor en Éfeso, la región más importante del mundo occidental para la época. Imaginemos a una Eunice atemorizada e indispuesta a enseñar a su hijo las sagradas escrituras. ¿Hubiese tenido Timoteo la sensibilidad espiritual para entender el mensaje de la cruz y ser junto con Pablo un misionero de primera clase en la iglesia primitiva? No lo creo. Fueron una madre y una abuela sentaron las bases de la vida espiritual de un niño que más tarde tomaría el testigo del gran Pablo.



Así que, en un mundo que nos ha vendido la idea que protagonismo e importancia son iguales, veamos a estas mujeres, personajes fugaces que dejaron huella eterna. No debemos usar las medidas seculares para sopesar si nuestro trabajo de madres importa. ¿Sabes cuál tiene que ser la medida? Piensa en esto: Dios tiene un plan en el que cada uno de nosotros tiene una participación, eso incluye a tus hijos. Críalos, disfruta lo rutinario y corriente. Y sé una mujer de Dios. Los ejemplos en estudio nos recuerdan que una madre con una carácter cimentado en Dios puede establecer las bases para un hijo que marque huella en el Reino. Seamos el primer Cristo que ellos vean.


Feliz día de las madres.

jueves, 26 de marzo de 2020

Abajo Pandemia




Desempolvo este rinconcito porque tengo algo que decirte. Una vez más estamos ante una difícil situación que se suma a otras ya existentes, y eso no es información para ti. Sin embargo, porque estoy en el negocio de dar ánimo y contar buenas noticias subí un momentico mi santamaría para reflexionar contigo acerca de una historia que ha venido a mi mente estos días una y otra vez. Es que no me voy a calar esto de solo limones sin dulce. Esta vez vamos a hablar de un par de hombres en una ciudad romana, unas décadas después de la Ascensión de Cristo.


El cuento es un poquito largo, pero quiero hacer zoom in en un acontecimiento en particular. Estos dos hombres se metieron en problemas al ayudar a una joven a ser libre de los hombres que la explotaban. Por ello, fueron llevados a un sitio en el que las autoridades los desvistieron y azotaron con varas. ¿Te dije que eran romanos? Pues, no eran unos palitos chinos las varas que usaban, y tampoco tenían consideración en cuanto a qué partes del cuerpo golpeaban. A los hombres les cayeron a palo y para remate los mandaron a meter presos.  No solo eso, sino que el guardia que los recibió fue más servil todavía y decidió meterlos en el calabozo del calabozo, uno bien profundo. ¿Creíste que ya se acabó? Te equivocas. Los encadenaron.





Ahora, trata de imaginar toda la escena. Desnudos, maltratados, golpeados, encadenados. Están en una celda romana. ¿A qué demonios olerá eso? ¿Tú crees que le echaron antiséptico a las cadenas antes de ponerlas? Olvidé mencionarte, pero estos tipos son judíos. ¿Cuál es el pronóstico? Sí, feos pa la foto. Así están. Nadie podría juzgar a estos hombres por ponerse a llorar y reclamarle a su Dios por todo lo horrible que les ha pasado. Sin embargo, estos tipos no son unos tipos normales, porque han sido llenos de algo que los hace, no solo aguantar esa pela, sino que los hace orar y cantar. Sí, me leíste bien. Ellos están cantando a la medianoche. ¿Quién canta estando así? Te presento a Pablo y a su pana Silas. Son compinches de aventuras en lo que llaman el Camino.


Acompáñame que esta parte de la historia no ha terminado, viene lo mejor. Lucas, quien cuenta esta historia, nos dice que en esa hora, o sea, cuando estaban cantando, sobrevino un terremoto que hizo que los cimientos de la cárcel se sacudieran, así que las puertas se abrieron y también las cadenas. Y hasta aquí voy a dejar el cuento porque he llegado al punto que quiero enfatizar. Sé que estás pensando que las canciones de Pablo y Silas no pudieron haber causado un terremoto. Okey, es verdad, no tengo argumentos geológicos para apoyar esa teoría. Pero, ¿qué si fueron sus oraciones y cantos los que hicieron que pusieran su vista en algo más sublime que sus heridas y cadenas?


Así que, quizá te sientas apaleado por las circunstancias: el gas, el agua, la luz, el innombrable paralelo, la suegra, no sé qué te afligía antes que toda esta locura se desatara. Y ahora la cárcel. Una cadena que se puede llamar cuarentena o las consecuencias de ella. La libertad de tu corazón, de tus emociones no viene porque estas situaciones desaparezcan. Es que ya Pablo y Silas estaban libres antes que sus cadenas se abrieran.  Si eres incapaz de poner tu vista en otra cosa que no sea lo que te rodea, estás  encadenado, pero hay Alguien siempre dispuesto a liberarte. El Libertador por excelencia espera tu oración, esa en la que reconoces que a pesar del dolor que no entiendes, quieres ser libre, porque te digo, cuando todo esto pase, vendrá alguna otra situación que puede encadenarte, a no ser que decidas conocerle de verdad.




Esta historia está en el libro de Hechos de los Apóstoles, capítulo 16.

viernes, 7 de diciembre de 2018

Situación Límite





Si hay algo en lo que me cambió la maternidad es en la forma cómo proceso las situaciones de peligro. No sé, creo que da más temor lo que le pueda pasar a un hijo que lo que le pueda pasar a uno mismo. De hecho, el sentido de preservación va más orientado a cuidar al hijo, de allí la famosa expresión: “Mi hijo me necesita sano”.  Te lo he dicho antes, no quiero que mis hijos tengan ni siquiera lagañas, quiero lo mejor para ellos, quiero protegerlos, quiero que tengan todas sus necesidades cubiertas, quiero evitarles, en la medida de mis posibilidades, cualquier sufrimiento.


Sin embargo, la mala noticia es que estamos en un mundo caído, un mundo alejado de su Creador, y lamentablemente, cosas malas pasan. De no haberle pasado algo malo a mi hija no te estuviera escribiendo. El gran sabio dijo en Eclesiastés: “Tiempo y ocasión acontecen a todos”. O sea, a todo cocinero se le queman los frijoles alguna vez.  Y sí, perdóname porque siempre uso metáforas gastronómicas, pero no lo puedo evitar. Sólo quiero hacerte clara la idea: mientras estemos en este mundo viviremos pesares, la cuestión es cómo reaccionamos a eso.



Pensando en esas situaciones de apremio, me vino a la mente una historia del rey David. El tipo tuvo una vida acontecida, y gracias a Dios, hubo cronistas dispuestos a registrarnos esas vivencias.  En esta que te cuento, David no era rey aún. Era prófugo de la justicia, pues el rey Saúl había ordenado que lo mataran alegando falsas razones. Cuando David huye, de alguna manera espontánea le surge un ejército, y bueno, esta gente también tiene familia. David también se hizo su familia paralela, ya que su esposa era hija de Saúl. Sí, hasta ahora parece telenovela mexicana, ¿verdad?


El hecho es que en una de esas andanzas con su ejército, cuando David regresa a la ciudad en la que vivía, se consigue con que habían prendido la ciudad y se llevaron cautivos a todos los que estaban allí: mujeres y niños. Imagínate a estos hombres llegar y ver que sus familias habían sido secuestradas. Es sin duda una situación límite. ¿Qué se hace en una tamaña crisis? Déjame darte un poco más de información. Los que habían prendido la ciudad no eran un ejército artesanal como el de David, eran un ejército constituido, perteneciente a un reino hostil, y además superlativo en número. Este señor y sus hombres tienen todas las de perder.



Quizá también tú te halles en una situación límite. Tenías el dinero reunido para realizar un pago grande, vienen, aumentan el sueldo, y con eso todos los precios también se disparan. Tienes tres meses sin poder lavar bien tu ropa, porque quizá tengas jabón, pero no tienes agua sino sólo para lo extremadamente necesario. Te faltan 2 semestres para graduarte, pero tus profesores se están yendo del país, o no van a dar clase porque no tienen manera de llegar a tu casa de estudio. Y así, puedo seguir y seguir, situaciones límites que te encierran en el “No sé qué hacer”. Pero como siempre, esta historia no ha terminado, como tampoco la tuya.


El escritor de esta historia nos dice que “David halló fortaleza en Jehová, su Dios”. Puedes leerla con todo detalle en 1 de Samuel 30. Se acercó a Dios, y obtuvo la estrategia para revertir la situación, que más bien se convirtió en algo sumamente favorable. Es que la crisis, amigo que me lees, no es otra cosa que una excelente oportunidad para acercarnos a nuestro Creador, no como el bodeguero que nos suple una necesidad, sino como de quien dependemos, porque , no sé si no te has dado cuenta, pero los seres humanos no somos expertos en vivir vida, pero el Creador quien la diseñó es el experto de la experiencia.



¿A quién vas cuando tienes una crisis? Ciertamente como seres gregarios estamos rodeados de gente, pero antes de recurrir a alguien limitado, ¿no crees que sería mejor ir a Aquel que tiene todas las respuestas? Como te lo he dicho antes, hay un papelón inagotable que brota de la Fuente Suprema. De manera que allí está mi invitación siempre para ti. La vida no tiene que ser siempre un limón ácido.

viernes, 7 de septiembre de 2018

Perro Ladrón





Hace unos meses atrás mis vecinos recogieron un perro de la calle. Yo lo llamé Coleto, porque eso es lo que parecía. Mi esposo le decía perro ladrón, no porque robara cosas, sino porque ladraba, MU-CHO. Como era de la calle al perro no le gustaba la soledad, razón por la cual el pobre perro empezaba a ladrar cuando se iban. Léeme bien: ladraba siempre que estuviera solo. No te imaginas lo molesto que el asunto era, no sólo para mí, sino para todos mis otros vecinos. Se escuchaba en todas partes. El ladrido empezaba a las 6 de la mañana, y paraba a eso de las 5 de la tarde. Sin embargo, al pasar los días y semanas de alguna forma comencé a dejar de darle tanta importancia. Eso es lo que se llama: hacer fondo.


Todos conocemos el concepto de fondo y forma. El cerebro integra los sentidos y percibe el mundo. Cuando prestamos más atención a una sensación estamos haciendo forma, y cuando la “ignoramos” hacemos fondo. La verdad es que no la ignoramos, nuestro cerebro no ha dejado de percibirla, pero no está en el primer plano. Creo que ese es el tema con las aflicciones irresolutas. Siguiendo con el ejemplo de Coleto, el perro que ladraba mucho, llegó un momento que su ladrido no estaba en primer plano para mí. Por eso es que su ladrido no me volvió loca como sí lo hizo a otros.



Cuando recibí el golpe del diagnóstico de mi hija Ella no podía hacer fondo del asunto. ¿Cómo dejar de lado la idea de que el futuro de mi hija estaba hipotecado por una lesión cerebral? Es que cuando tienes una piedra en el zapato, ¿cómo carrizo caminas tranquilo? Pues, no pretendo ser yo la dueña de las verdades de la vida, ni poseer toda sabiduría salomónica, pero sí hay algo que pueda asegurarte: toda aflicción puede producir beneficios. Y mientras atravesamos esos valles necesitamos hallar equilibrio, manera de sobrellevar lo difícil y aprender a hacer fondo.


Hoy quiero darte dos prácticas que puedes realizar para hacer fondo con las situaciones difíciles. De ninguna manera estoy simplificando los problemas, pero todos mis escritos están orientados a infundirte una actitud distinta ante la crisis. Quizá la situación no cambie mucho, pero tú sí podrás afrontarla con un ánimo distinto.


Un adinerado hombre de 75 años viaja por un desierto en el Medio Oriente con su esposa y sus bienes. Dejó a su familia persiguiendo una promesa dada por Dios. La promesa es convertirse en una gran nación. Sin embargo, Don Abram no tiene hijos.  Está en su tienda y tiene enormes riquezas, pero nadie a quién legárselas. Allí está el ladrido de la esterilidad de su esposa. Dios le invita a salir de su tienda, a poner de lado por un momento lo que le recuerda su dolor.  Lo primero que te aconsejo para hacer fondo es salir de la tienda, implementar una actividad que te distraiga cada cierto tiempo.




Cuando Ella estaba pequeñita me inscribí en un curso de cocina en mi pueblo. Así que toda la actividad era un cambio de ambiente. Era viajar, distraerme en el camino, estar con otras señoras, aprender y enfocar mi atención a otra cosa que no fuera citas, terapias, medicamentos, convulsiones, pañales sucios, etc. Desde ese tiempo lo implementé como casi obligatorio. Digo casi, porque te confieso, me cuesta a veces. Soy una persona sumamente enfocada a logros, y siempre tengo algo qué hacer.

¿Qué cosas te distraen? Hazlo. Ve una película, anda y dale una vuelta a la plaza, toma una siesta, juega una caimanera, escápate a la playa, o con las amigas a comer helados, así sean chupi-chupi. Necesitas hacerlo, por salud mental, por esparcimiento, porque la recreación es una necesidad que debe ser suplida. Esto no es una licencia para desentenderte de tu situación, es una manera de retomar fuerzas para sobrellevarla. No estamos ignorando al perro, aún escuchamos sus ladridos, sólo que por un momento le estamos dando importancia a otra cosa, y no hay nada de malo en ello.

Abram salió de su tienda, y al salir, Dios le indicó contar las estrellas. Y allí está mi segundo consejo: cambia la perspectiva. Hacer fondo es regular las sensaciones y manejarlas. Si sólo piensas en la reconversión monetaria, en que no consigues azúcar, en que se te acaba el medicamento del niño, pues, obviamente tu energía va a estar consumida. Velo diferente, decide, determínate a ver las cosas con otra óptica. Insisto, esto no lo va a solucionar, pero sí te va a dar la fortaleza para abordar tu dificultad con más equilibrio. Contar las estrellas es ver todo, no sólo una cosa. Cuando ves un cielo estrellado, ves muchas estrellas, no sólo una. Ves las cosas en una proporción mucho más justa y de manera más amplia.



Haz el ejercicio y mira a tu alrededor. Agradece tu vaso de agua, ve que tienes un aparato electrónico que te permite leer esto, tienes ojos que funcionan y un cerebro que procesa esa información. Observa y aprecia. No des las cosas por sentado, y cuenta las estrellas.

A Don Abram le faltaba mucho camino, pero ese momento cambió su vida para siempre. El relato completo está a partir de Génesis 15.  No puedo asegurarte que todo estará bien hoy, pero puedo decirte que asumir la crisis desde otro ángulo te va a traer mucho bienestar, claro que siempre te voy a recomendar Mi Ingrediente Secreto.

Los ladridos de perros pueden estar al fondo y sobrellevarse, los malos ratos de la vida siempre se pueden endulzar. De eso se trata el papelón con limón.



viernes, 31 de agosto de 2018

Realidad Dantesca






Erase una vez un rey en una lejana ciudad antigua que estaba sitiada por otro reino mucho más poderoso. Como habrás visto en alguna película de época, las ciudades antiguas estaban rodeadas de muros. Un sitio para una ciudad era la sentencia de muerte a sus pobladores: un grupo moría de hambre y el resto moría a espada, porque estar sitiado significaba que el que saliera se lo echaban al pico. En medio de esta situación una mujer se acercó al rey pidiendo su intervención en un problema con su vecina. Para este momento ya no había comida en la ciudad. Esta mujer a quien llamaremos Nancy estaba peleando con Yajaira y requería que el rey administrara justicia en el caso. El cuento va así:

-Rey, necesito que me ayudes.
-¿Qué necesitas?
-Verás, ayer hice un acuerdo con Yajaira. Como la cosa está tan apretada, nos comimos a mi hijo con la condición de que hoy nos comiéramos al suyo. Ella ahora está escondiendo su muchacho, y yo exijo que saque al chamo para que nos lo comamos.

Sé que suena como un cuento de Horacio Quiroga, pero esta historia es verídica, escrita en los anales reales del Reino de Israel. Puedes leerlo en la Biblia en el libro de 2 de Reyes, capítulo 6.






La situación del sitio de Samaria era extrema, algo con lo que quizá tú y yo que vivimos en este suelo tricolor nos podemos identificar. Es muy abrumador ver todo lo que rodea, es muy intenso el sentimiento de ver tanto daño y maldad a la vez. Ver cómo el vil egoísmo triunfa una y otra y otra vez causa un agobio enorme. Pero, siempre hay un pero. Sabes que siempre te diré que cada limón debe ser endulzado con papelón. La dantesca realidad que nos abruma puede cambiar, y va a cambiar. En otras ocasiones te he contado que mi hija Ella me ha enseñado a tener siempre esperanza, y aquí quiero darte tres razones por las que debes tener esperanza.

En primer lugar, debes tener esperanza porque trae beneficios a tu salud física y mental. En estos días escuché al neurocirijano Jackson Avery explicar cómo la esperanza cambia nuestra fisiología, y cómo crea un mejor ambiente para las funciones corporales. No es invento, es ciencia sólida. Puedes googlearlo si quieres. Con una actitud correcta tu cuerpo funciona mejor, a pesar de las carencias que puedas atravesar.

Por otra parte, debes tener esperanza porque la esperanza te da energía para continuar. Aunque pueda parecer que la esperanza genera un panorama ficticio, en realidad es una fuerza motivadora para permanecer luchando. Cuando te enfocas en lo que esperas en lugar de lo que te rodea, pues hay un mayor ímpetu para realizar tus actividades, incluso aquellas que parecen las más frustrantes. Si bien no puedes a veces escapar de lo incómodo, hacerlo esperando lo mejor puede cambiar las cosas y hacer el trago amargo más llevadero.




La tercera razón por la que debes tener esperanza te la he dicho otras veces. Nunca sabes cuándo las cosas cambian para mejor. La historia que te comencé a relatar tuvo un giro inesperado y con un chasquido de Dedos Divinos la dantesca realidad se convirtió en una experiencia gloriosa. No te voy a contar el final para que tú mismo lo busques, pero esta historia es de película. Y ese episodio está registrado, entre muchas otras cosas, para que entendamos que existe un Plan más allá de nuestras individualidades y que todo obra para bien.

Así que hoy tengo que decirte que necesitas levantar la cabeza, armarte una vez más de valor y continuar. No sé cuándo acabará esta pesadilla, no sé cuánto más tendremos que soportar, pero mientras eso sucede, necesitamos poner los ojos en el puerto, no en la tempestad. Es una decisión que requiere fortaleza de espíritu, y determinación a ir contra la corriente. Papelón con ese limón, compadre, y bórralo.

Claro, recuerda que esto no se trata de Programación Neurolinguística, lo más importante en esto es que involucres Mi Ingrediente Secreto.